La justicia europea revisa teléfonos de jugadores sancionados y revela una supuesta trama con otros diez futbolistas.
Los campeones del mundo con la Selección Argentina, Ángel Di María y Leandro Paredes, se vieron involucrados en una investigación por apuestas ilegales en Italia, junto a otros diez futbolistas con pasado o presente en la Serie A. La pesquisa surgió a partir del análisis de los teléfonos de Sandro Tonali y Nicoló Fagioli, jugadores ya sancionados en 2024 por el mismo motivo.
Según el diario Corriere della Sera, la justicia italiana descubrió una presunta red de deportistas que realizaban apuestas de manera habitual en plataformas no reguladas. Tonali, actualmente en el Newcastle y ex jugador del Milan que reconoció su adicción al juego, fue inhabilitado por diez meses el año pasado. Fagioli, ex compañero de Di María y Paredes en la Juventus, recibió una sanción de siete meses.
Ante la repercusión de la noticia, Ángel Di María fue el primero en pronunciarse a través de sus redes sociales, desvinculándose categóricamente de las acusaciones: “Ante las versiones periodísticas quiero aclarar que jamás hice apuestas ilegales de ningún tipo”. Poco después, Leandro Paredes compartió un mensaje similar en sus propias redes sociales.
El Corriere della Sera aclaró que “ninguno de los jugadores implicados en la investigación vendió sus partidos” y que las apuestas se realizaron “principalmente en otras disciplinas” entre diciembre de 2021 y octubre de 2023. El diario italiano sugiere que el motivo de estas apuestas no era un intento de enriquecimiento adicional a sus salarios, sino una forma de “llenar el (demasiado) tiempo libre que tenían en las concentraciones”.
La investigación apunta a dos plataformas ilegales de apuestas online, gestionadas por Tommaso De Giacomo y Patrick Fizzera, quienes supuestamente contaron con la colaboración de tres administradores de una joyería en Milán, utilizada como “un ingenioso ‘banco’ para liquidar secretamente cuentas de apuestas”. Si bien el Corriere della Sera señala que “la infracción no supone un gran problema desde el punto de vista penal” al poder saldarse con una multa de 250 euros, advierte que “el castigo puede ser más perjudicial para los jugadores a nivel disciplinario”.