La India informó este miércoles que lanzó un bombardeó sobre nueve supuestas bases terroristas ubicadas en Pakistán y en la región de Cachemira bajo control del gobierno de Islamabad. El ataque, según el gobierno paquistaní, dejó 8 muertes, entre ellas un niño. Pakistán aseguró además haber derribado dos aviones indios, aunque esta información no fue confirmada por Nueva Delhi.
“Hace poco, las Fuerzas Armadas de la India lanzaron la Operación Sindoor, atacando infraestructura terrorista en Pakistán y en el territorio de Jammu y Cachemira ocupado por Pakistán, desde donde se han planeado y dirigido ataques terroristas contra la India”, informó en un comunicado el Ministerio de Defensa indio, justificando la acción militar como una respuesta a la amenaza terrorista transfronteriza.
Poco después del ataque indio, Pakistán respondió con disparos de artillería en territorio de India, elevando la preocupación por una escalada del conflicto. El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, confirmó además que entre las víctimas del bombardeo indio hay un niño, y afirmó que los ataques “fueron contra múltiples objetivos, todos civiles”, contradiciendo la versión de Nueva Delhi. En tanto, desde la India, el Ejército informó que tres civiles murieron por bombardeos de tropas paquistaníes en Cachemira, en lo que parece ser una represalia por la ofensiva india.
La tensión entre estas dos potencias nucleares ha experimentado un marcado aumento desde el 22 de abril pasado, cuando un grupo terrorista asesinó a 26 turistas en un resort de la Cachemira india, un hecho que habría desencadenado la respuesta militar de Nueva Delhi.
En tanto, el ejército de Pakistán comunicó que la India llevó a cabo “bombardeos aéreos” en “tres regiones” del país: dos ciudades de la Cachemira pakistaní y una tercera situada en el Punjab, una región fronteriza con India. “Responderemos en el momento que elijamos”, advirtió el portavoz del ejército pakistaní, el teniente general Ahmed Chaudhry, dejando abierta la posibilidad de futuras acciones militares por parte de Islamabad.
Desde el Ministerio de Defensa indio aseguraron que los misiles fueron dirigidos a nueve objetivos relacionados con infraestructura terrorista y aclararon que la operación fue “focalizada y mesurada”, sin atacar instalaciones militares convencionales. “Estamos cumpliendo con el compromiso de que los responsables de este ataque rendirán cuentas”, afirmó el comunicado del gobierno del conservador Narendra Modi, endureciendo aún más el tono del conflicto y anticipando posibles nuevas acciones en la región.