El zaguero reveló que el entrenador Miguel Russo le dijo que no lo iba a tener en cuenta por la edad y que ese fue el verdadero motivo de su partida de Boca.
Si bien su presente está en Racing, tras la “clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores y su insólita expulsión desde el banco de suplentes ante Peñarol”, lo cierto es que para el defensor Marcos Rojo todavía es difícil no referirse a su paso por Boca. Esta vez, el zaguero aprovechó una entrevista para aclarar detalles de su salida y remarcó que la misma se desencadenó después de un comentario de Miguel Russo, quien le dijo que “no tenía la edad para jugar a ese nivel”.
“A Miguel le pregunté si me iba a tener en cuenta y me dijo que no. No me lo esperaba. Es duro lo que me dijo. Me dijo que no tenía la edad, que no podía jugar a ese nivel. Le dije que perfectamente lo entendía, que si iba a contar con Ayrton (Costa) o el que sea, lo aceptaba. Pero le dije que, cuando llegara a la Argentina quería arreglar y salir, porque me sentía bien, en buena forma, había terminado bien el torneo y quería seguir jugando“, expresó Rojo, en diálogo con ESPN.
De esta manera, el defensor confirmó que la decisión de su salida fue motivada por el entrenador y no por otra razón, algo que incluso el propio DT deslizó al momento de explicar que su marginación en el Mundial de Clubes era “decisión suya”. La curiosidad, sin embargo, radica en que la edad no parece haber sido un factor para el entrenador en casos como el de Edinson Cavani (38, tres más que Rojo), lo que genera suspicacia en los hinchas.
En paralelo a eso, Rojo también decidió aclarar las versiones respecto de un enfrentamiento con el cuerpo técnico durante el Mundial de Clubes, luego de supuestamente haberse “negado a entrenar antes del partido ante Auckland”. “Ayrton jugó en el debut del Mundial, pero en el segundo partido estaba tocado y me preguntaron cómo estaba. Les dije que estaba bien, que había ido a jugar y que, si quería ponerme, podía contar conmigo. Ese día entrené con los titulares. Al otro día, en la charla, me di cuenta que estaba afuera“.
Fue después de esa decisión de dejarlo fuera del partido con Bayern Münich cuando se dio el cortocircuito con el entrenador: “Contra Auckland yo tenía cargado el cuádriceps, porque habíamos hecho un trabajo fuerte los que no habíamos jugado. Pedí no entrenar a los médicos, no me sentía al 100, entendí que (Marco) Pellegrino venía de un desgarro y yo no quería arriesgar por si jugaba contra Auckland. Pero ahí Miguel se enojó, tuvimos una discusión y me di cuenta que no iba a jugar“.