En un discurso encendido, el presidente analizó la escalada del riesgo país y apuntó contra la oposición, a la que acusó de “irracional” y de generar “pánico político” para desestabilizar la economía.
Según el mandatario, la escalada que llevó el indicador a rozar los 1.500 puntos básicos no responde a las condiciones macroeconómicas actuales, sino a un “pánico político” generado por el clima electoral y por las trabas legislativas impulsadas por sectores adversos a su gobierno.
El jefe de Estado subrayó que la Argentina es “uno de los cinco países del mundo con superávit fiscal”, y que ese logro debería traducirse en mayor confianza en los mercados. Sin embargo, atribuyó la reacción negativa de los bonos y acciones a la “irracionalidad de la política”, acusando a la oposición de aprobar “más de 40 leyes” destinadas a incrementar el gasto público y desestabilizar la economía.
Para graficar la situación, recordó la célebre parodia de Alfredo Casero sobre el “flan” durante la gestión de Mauricio Macri, asegurando que la política actual se comporta de la misma forma: exige recursos mientras el país atraviesa una situación crítica.
Sin Lugar para la Autocrítica
Milei también aprovechó su intervención para responder a quienes le piden autocrítica. Con un tono calmo y sin estridencias, el Presidente fue categórico al rechazar los reclamos: “¿Qué quieren que escuche? ¿La receta que fracasó durante cien años?”.
En esa línea, defendió su plan de ajuste, remarcó que logró reducir la inflación y, con ello, comenzar a bajar los índices de pobreza. Aun así, reconoció que la situación social sigue siendo dolorosa con un 30% de pobreza, aunque pidió paciencia y convicción: “Falta un montón, pero hemos logrado un montón, y hay que hacer que valga la pena todo ese esfuerzo”.