Fuentes oficiales confirmaron el inminente desplazamiento del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que se oficializará la próxima semana, en medio de un creciente malestar en Casa Rosada.
La salida de Mariano Cúneo Libarona se produce sin un diálogo previo con el presidente Milei, y es parte de un plan más amplio que incluye la unificación de los Ministerios de Justicia y Seguridad. Esta fusión se hace obligada tras la futura partida de Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad, quien asumirá como senadora por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en diciembre.
Uno de los principales apuntados a tomar el control del nuevo y unificado Ministerio es Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredón. Montenegro cuenta con un perfil adecuado, ya que se desempeñó como juez federal y fue titular de la cartera de Seguridad de la Ciudad durante la gestión de Mauricio Macri.
Como sucesor natural de Cúneo Libarona en la órbita de Justicia, se perfilaba Sebastián Amerio, hombre de confianza de Santiago Caputo. Sin embargo, con la fusión de ministerios, Amerio podría continuar con su cargo como secretario de Justicia, un rol clave que le permitiría mantener su influencia en el Consejo de la Magistratura, donde se dirimen nombramientos de jueces y el avance de juicios políticos.
La partida de Cúneo Libarona es la segunda esta semana, tras la salida del Canciller Gerardo Werthein, y precede a otros movimientos previstos. Algunos son “obligados” por la estrategia de posicionar figuras fuertes en el Congreso, como los casos de Bullrich y el ministro de Defensa, Luis Petri. Para la cartera de Defensa se menciona el nombre del teniente general Carlos Alberto Presti, jefe del Estado Mayor General del Ejército, con contactos en las fuerzas de EE. UU.
Ambas renuncias generaron críticas en Balcarce 78, donde se cuestionó el mal timing de los anuncios en la recta final de la campaña.
Finalmente, otra posible modificación poselectoral es en la Jefatura de Gabinete. Una versión que retoma fuerza es la posibilidad de que Manuel Adorni reemplace a Guillermo Francos, un movimiento que, según fuentes, sería la manera “salomónica” de Milei para resolver la interna que atraviesa el Gabinete.