Antes de partir, el actor y músico fue retratado durante una sesión de tatuaje y enloqueció a sus fans.
Johnny Depp cerró su estadía en Argentina con un gesto que convirtió su despedida en un acto artístico cargado de intención. Él eligió marcar su paso por el país mediante un nuevo tatuaje que funcionó como símbolo personal y ritual íntimo. Lo hizo recurriendo otra vez al trabajo de una tatuadora con la que ya había compartido una sesión previa.
La primera fotografía mostró a Depp sentado junto a una mesa con mantel a cuadros y vasos dispersos, mientras una tatuadora trabajaba con dedicación sobre su brazo derecho. Llevaba gafas, una boina y varios collares, con ese estilo bohemio que ya forma parte de su identidad pública.
La segunda imagen ofrece un plano más cercano y nostálgico. De perfil, bajo la misma luz tenue, El actor de Piratas del Caribe mantiene la boina de estilo bohemio y algunos aros, con barba recortada. El vaso en la mano, la atención fija en la aguja, y la presencia de la tatuadora, enfocada y parcialmente visible, refuerzan la intimidad del instante. El fondo desenfocado, donde se distingue un retrato de Jimi Hendrix, introduce un guiño cultural y musical que realza la mística de la experiencia. La escena transmite camaradería, creatividad y el momento casi ritual de “dejar huella”.
Nat Cekauskas, la artista encargada por segunda vez de la tarea —ya lo había tatuado en la anterior visita— compartió las imágenes en redes sociales y le dedicó unas palabras al actor: “Gracias Johnny Depp. ¡Una vez más siendo parte y testigo del intercambio artístico entre dos amigos/hermanos! ¡Gracias Jorge Corcho Rodríguez por permitirme una vez más ser parte de esta historia! Gracias Georgina Acciaresi por las fotos… por todo”. El comentario por parte de Rodríguez no tardó en llegar y escribió: “Deadman is coming !!!”, que se puede traducir como “Se acerca el hombre muerto”.

