A pesar de la alegría por eliminar a Tigre y meterse en las semifinales del Clausura, en Avellaneda hay una luz de alerta encendida. Adrián Martínez, la carta de gol de la Academia, arrastra una racha negativa inédita y llega al duelo contra el Xeneize con la obligación de romper el maleficio.
Racing avanza a paso firme en el Torneo Clausura 2025 tras dejar en el camino a Tigre desde los doce pasos, pero la clasificación a semifinales, donde se verá las caras con Boca, dejó al descubierto una problemática que desvela al cuerpo técnico: el arco se le cerró a Adrián “Maravilla” Martínez. El atacante, que supo ser el arma letal del equipo, hoy se encuentra en el ojo de la tormenta y su falta de gol se convirtió en uno de los temas más delicados de la actualidad académica.
Aquel delantero que enamoró a los hinchas en el arranque de su ciclo hoy transita una racha inusualmente larga sin festejos propios y arribará al clásico decisivo con la urgencia imperiosa de amigarse con la red. Esta realidad quedó plasmada una vez más en el choque ante el “Matador”, donde Martínez contó con situaciones inmejorables para convertir, pero no pudo vulnerar la resistencia del arquero rival.
La noche del lunes en la que Racing debió sufrir hasta los penales no hizo más que estirar la estadística negativa del goleador: “ya son 14 partidos consecutivos sin marcar entre competencias locales e internacionales, equivalentes a 892 minutos de juego”. Para encontrar su último grito sagrado hay que remontarse hasta el lejano 16 de septiembre, fecha en la que le marcó a Vélez por los cuartos de final de la Copa Libertadores, un recuerdo que empieza a quedar difuso.
Sin embargo, el destino le pone enfrente a su víctima predilecta: Boca aparece en el horizonte como la oportunidad ideal para cortar la mufa. El “Xeneize” fue uno de los equipos que más sufrió el poder de fuego de Martínez desde su llegada al club: “le hizo tres goles y además aportó una asistencia”. Esa capacidad innata que mostró siempre para lastimar al eterno rival es, hoy por hoy, el dato al que se aferran en Avellaneda para creer en su resurrección futbolística en medio de la sequía.
Lejos de las críticas, el recorrido del goleador sigue contando con el respaldo incondicional del banco de suplentes, y Gustavo Costas salió a bancarlo públicamente una vez más. “En Adrián confiamos siempre. No la puede meter capaz, cosas que antes metía, pero pasa mucho”, sentenció el entrenador, dejando en claro que el atacante sigue siendo una pieza inamovible en su estructura táctica.
El DT también ponderó la valentía de Martínez en la definición desde el punto penal ante Tigre, resaltando la personalidad para ejecutar en un momento caliente. “Gracias a Dios hoy tuvo muchísimas situaciones… hizo el penal más difícil de todos”, destacó Costas. La situación personal de “Maravilla” se da en el contexto de un Racing que se mantiene como protagonista, aunque con altibajos en la generación ofensiva.
Mientras el plantel ya pone la cabeza en el duelo trascendental ante Boca, todas las lupas estarán posadas sobre el número 9 y su capacidad para reencontrarse con el gol en un escenario donde ya supo ser figura. El desafío es mayúsculo: “cortar una sequía de casi tres meses y volver a ser el delantero decisivo que la Academia necesita en este tramo final del Clausura”.