El regreso del “León” a Primera División dejó una postal insólita: un asado en el círculo central para celebrar la gloria deportiva. Sin embargo, la fiesta pone el foco en su presidente, Alicio Dagatti.

La vuelta olímpica de Estudiantes de Río Cuarto y su desembarco en la Primera División regaló una escena tan criolla como inusual que no tardó en viralizarse: el plantel y el cuerpo técnico festejaron con un asado improvisado en el mismísimo césped del estadio Antonio Candini.

Los protagonistas eligieron este ritual gastronómico para coronar una gesta deportiva que devuelve al club a primera tras más de cuatro décadas de espera.

La movida, aunque parezca improvisada, tenía historia. “Esto hace tiempo que se venía hablando con la comisión directiva, que el día que ascendiéramos hacíamos un asado en el centro de la cancha. Parecía lejano, pero llegó, ja”, confesó Alberto Gomila, el encargado del césped del Estadio Ciudad de Río Cuarto, en charla con Fox Sports. Resignado pero feliz, soltó: “Hay que hacerlo, qué se va a hacer, ja”.

Sin embargo, el impacto visual fue fuerte para el canchero. “Cuando vi el asado en la cancha me quería morir. Salí del trabajo, llegué al club a las 17.30 y ya estaba hecho. Estaba consensuado con los chicos que trabajan en el estadio cómo íbamos a hacer, de cómo sacar las champas… Pero una cosa es decirlo y otra es ver el hueco hecho, las estacas para el asado clavadas, humeando la leña. Me quería morir, ja”, relató con humor, rematando con una verdad irrefutable: “Por lo menos disfruté la cena”.

Lejos de dramatizar por el estado del terreno, Gomila confirmó que la reparación ya está en marcha, aprovechando el receso lógico tras el fin de la competencia. “Esta mañana ya se sacó más tierra, se reemplazó con tierra nueva y yo calculo que en una semana ni se va a notar que hubo un asado”, aseguró el especialista, poniéndole paños fríos a la preocupación por el campo de juego.

Gomila, quien cuida el verde del “León” desde 2006, admitió que el esfuerzo de la recuperación valdrá la pena, ya que el evento sirvió como el broche de oro para un año de gloria deportiva. “Nos encanta ver que Estudiantes está en boca de todos, no solo por lo deportivo sino también por estas cosas que estamos cumpliendo luego de haberlas prometido. Quedará también en la historia del club”, se escucha en los pasillos de la Avenida España. Bajo la premisa de que “el que es campeón celebra como quiere”, en el Imperio cumplieron con su palabra.

Mientras todo el país se hace eco de los festejos y le da la bienvenida al fútbol grande, en Río Cuarto todavía dura la resaca de un fin de semana histórico que incluyó fútbol, ascenso y un asado que quedará para la anécdota eterna.