La selección de Jorge Sampaoli venció a Nigeria por 2 a 1, dejó atrás los fantasmas de las criticas y le dio vuelta la cara a una Argentina que ahora sí puede pensar en grandes cosas.

En el Estadio de San Petersburgo, por la tercera fecha del Grupo D de la primera ronda del Mundial de Rusia, la Argentina venció por 2 goles a 1 al combinado de Nigeria y puso los pies en octavos de final.  Luego de la dura derrota con Croacia y tras la victoria de Nigeria sobre Islandia que le dio a la Argentina  una vida más, el técnico de la albiceleste había anunciado en conferencia de prensa que el partido de esta tarde se jugaba “con el corazón”. Y así fue.

Primero, a los 14 minutos de juego, Éver Banega se encontró con la pelota en la mitad de la cancha y con solo poner un pase exquisito al muslo de Líonel Messi alcanzó para poner a la Argentina 1 a 0 arriba. El 10 la bajo, corrió unos pasos con la pelota en el área y la cruzó de inmediato para poner segunda en el Grupo a la selección.  De ahí en más controló el partido, con una gran recuperación de la pelota y concentración en sus pases, algo que no se vio en los anteriores partidos. Luego de unos minutos Nigeria se vio obligada a salir, adelantó a sus jugadores dando ventajas atrás que casi aprovecha Ángel Di Maria tras otro buen pase de Banega que terminó con una falta en la puerta del área que Messi estrelló en el palo del arquero nigeriano Francis Uzoho.

El segundo tiempo contó a los pocos minutos con un penal inventado por el árbitro que ni el VAR pudo tirar atrás, y así Victor Mosses, el buen volante que tiene Nigeria, ponía el partido empatado en 1. Inmediatamente Jorge Sampaoli mandó a calentar a los suplentes y puso en la cancha al pibe de Boca, Cristian Pavón, que lo primero que hizo fue ganarle las espaldas a su marcador y le devolvió el sector de la derecha del campo a la Argentina. Sector que había perdido ante el cansancio de Enzo Perez, que hacía que el lateral Gabriel Mercado no se anime a subir tanto.

Ya con Pavón en la cancha, el DT optó por reforzar el partido por la izquierda y cambio a Di María por el pibe Maximiliano Meza, apostando por la dupla con Tagliafico, ambos compañeros en Independiente. Más tarde el último cambio fue por el Kun Agüero que le ganó la pulseada a Lo Celso y Dybala y entró para empujar a la Argentina hacia el único resultado que le servía: La victoria.

Por el lado de Nigeria poco y nada. Solo atinó a entorpecer el juego de la Argentina interrumpiendo jugadas con falta, interceptando asistencias y marcando una línea de 5 fuerte que obligó a Higuain a retroceder. Cerca del final tuvo dos claras: Un tiro libre en los pies de Ighalo que pasó cerca, y una a los 74’ que tras un grave error de Rojo pudo ser el 2 a 1 a favor de los africanos y hasta provocó una interrupción del VAR por un mano no intencional, que le dio aire a la Argentina y le sirvió para lo que venía.

Y lo que vino era lo que todos los argentinos fueron a buscar. El gol que depositara en octavos a la albiceleste. Sucedió a los 87, con la noticia de que Islandia ya no podía hacer los goles necesarios para superar a la selección, y desde un centro de un defensor que encontró a otro defensa, Marcos Rojo, en el punto de penal y al fin entró. En ese marco de Mundial, con toda la presión encima, con un equipo que se quedaba sin ideas y sin piernas, Rojo la tocó con la cara interna de su píe derecho y entró.

De esta forma la Argentina pasó la primera fase de grupos del Mundial de Rusia y espera por el cruce de octavos contra Francia, el próximo sábado a las 11 de la mañana. Por su parte el seleccionador Jorge Sampaoli dijo en conferencia de prensa que “paso una de las cinco finales, quedan cuatro”, y adelantó que jugara con un equipo cargado de históricos y que será candidata a llegar a lo más alto del Mundial.

 

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