Sucedió en el barrio de Recoleta una mamá estacionó el auto para asistir a un indigente y la grúa le llevó el vehiculo con su hijo dormido adentro.
Insólito lo que pasó en Recoleta, cuando una mujer fue a asistir de ropa y comida a un indigente la grúa del Sistema de Tránsito Ordenado de la Ciudad de Buenos Aires, aprovechó para llevarse el auto sin tener en cuenta que su hijo dormía en la parte de atrás, para colmo de males la mamá fue a quejarse y la amenazaron con denunciarla por abandono de persona.
El hecho que tomó estado público en el día de hoy ocurrió el miércoles a las 19 en la esquina de las calles Pagano y Tagle. “Estacioné el auto, llevaba ropa y comida, mi hijo Santino me acompañaba, cuando bajé se quedó dormido, no puedo despertarlo, abro la ventanilla y bajo a la vuelta para llevar las cosas”, contó la mujer a C5N.
“Entrego las cosas, vuelvo, veo que Santino sigue durmiendo, me quedo charlando dos minutos con el señor y cuando vuelvo se habían llevado el auto. Empecé a gritar, vecinos me escucharon, me dieron plata y me dijeron que vaya atrás de la Facultad de Derecho. Se me cruzó todo en una milésima de segundo. Otra señora me confirmó que la grúa se había llevado el auto”, relató, expresó un tanto angustiada todavía por lo sucedido.
“Fue un susto tremendo, por pensar a la velocidad a la que van, por si mi hijo se despertaba, si se podía bajar del auto, se me pasaron todas esas cosas en un minuto. Pedí un taxi, me fui volando al lugar, llegué a los gritos desesperada, desaforada y empezaron a buscar el auto”, admitió.
Afortunadamente, su hijo no se despertó en ningún momento. Cuando encontró el auto, seguía durmiendo. “No fue consciente de que había sido llevado en una grúa”, señaló más relajada.
Además de lo sorprendente del hecho, cuando fue a realizar la denuncia se encontró con que “el oficial volvió con un discurso cambiado diciendo que me iban a hacer a mí una denuncia por abandono de persona”, manifestó.
“Me puse muy mal, a llorar, lo único que me faltaba era ir presa por ayudar a una persona”, confesó. “Nadie me pidió disculpas”, concluyó.