Gustavo “El Oso” Pereyra, miembro histórico de la barra de Boca, fue asesinado esta madrugada de siete balazos.
El “Oso” así como llamaban a Gustavo Amadeo Pereyra, tenía 49 años y era miembro histórico de “La Doce”, murió acribillado de siete tiros, en el departamento de su madre en Claypole en el Barrio Don Orione.
Peritos de la policía científica informaron que en el lugar incautaron siete vainas servidas calibre 9 milímetros, dos plomos del mismo calibre y se llevaron muestras de material genético en un hisopado.
El barra herido fue trasladado al Hospital Arturo Oñativia, de Rafael Calzada, donde falleció. Hacía allí se dirigió un grupo de barras de Boca del sector disidente al que pertenecía Pereyra. Hoy le harán la autopsia en la morgue judicial de Lomas de Zamora.
Elva Lucía Pérez, la madre del Oso, contó que “un hombre calvo, con pocos pelos en los costados, gordo y panzón y de unos 40/45 años” se presentó en su casa y preguntó por su hijo. Y agregó que cuando él lo atendió, ella se retiró a la cocina, desde donde escuchó varias detonaciones de armas de fuego. Al regresar a la escena, se encontró con su hijo tendido en el piso con múltiples heridas.
Pereyra era uno de los hombres de peso de la barra de Boca. Ahora lideraba el sector disidente de “La Doce”, junto a Fido Debaux y “la barra de Lomas” (de Zamora), que le disputaba el poder a la conducción de los hermanos Di Zeo (Rafa y Fernando) y Mauro Martín.
Pereyra y Di Zeo fueron condenados por los incidentes registrados en el amistoso disputado con Chacarita en la Bombonera, en marzo de 1999.
SI bien seguía frecuentando el sector disidente de la barra de Boca, también empezó a entablar relación con el gremio de los vigiladores privados, donde le dieron una cobertura en blanco. Desde ahí empezó otra vez su mundo de relaciones: tenía salidas del país a Ciudad del Este, donde en enero de este año lo detuvieron porque seguía vigente en el sistema su viejo pedido de captura por la causa contra los barras de Chacarita, ya cumplida.