Desde la organización de la cumbre de la OMC (organización Mundial del Comercio), en conjunto con el Gobierno argentino prohibieron el ingreso al país de Petter Titland, líder de una ONG noruega. Estuvo varias horas detenido en Ezeiza y fue deportado a Brasil. El gobierno de Noruega anunció que enviará una queja formal a la Cancillería argentina.
El activista a quien se le prohibió el ingreso al país es Petter Titland, nacido en Noruega y miembro de la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC). Fue detenido al llegar al aeropuerto internacional de Ezeiza, y luego deportado a su país vía Brasil.
La justificación que dieron los encargados de la seguridad de la cumbre de la OMC fue que ATTAC “fue una de las organizaciones más activas” en los incidentes ocurridos durante la última cumbre de Hamburgo, Alemania, en julio.
“No es el perfil de activista que el gobierno anfitrión y la OMC desean tener”, señalaron.
En dialogo con Pagina 12, Titland sostuvo: “El retiro masivo de acreditaciones a manos del país anfitrión no tiene precedente en la historia de la OMC. Es un escándalo”.
Además aclaró que “me echan de la Argentina sin argumentos. Lo único que me dijo una persona de seguridad fue que no me permitían ingresar por lo que dice en el sitio web de mi organización. Pregunté qué parte de la página consideraban violenta y no respondieron. Es absurdo”, sostuvo el miembro de ATTAC.
En cuanto a como se sucedieron los hechos y su posterior deportación, el activista relató que “cuando llegué a Migraciones mostré mi pasaporte y apareció un policía que me llevó a un cuarto apartado. Me dijeron que tenía que volver en el próximo avión a París”.
“El Gobierno no ofreció ninguna evidencia de que las organizaciones incluidas en la lista negra hayan realizado llamamientos a la violencia y el caos. Uno pensaría que ante la relevancia de la cobertura recibida por este accionar anti-democrático que ellos, por lo menos, presentarían una justificación real o inventarían algo. No pudieron mostrar nada porque no existe”, concluyó Petter Titland.