La fiscal Verónica Zamboni les toma declaración, en tanto que los dos acusados que fueron liberados deberán presentarse la semana que viene.
Los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa están frente a la fiscal Verónica Zamboni en Villa Gesell.
La fiscal expone los elementos por los que decidió modificar su imputación, en la que considera que los ocho detenidos son coautores del homicidio, pese a que inicialmente, solo Máximo Thomsen, de 20 años, y Ciro Pertossi, de 19, figuraban con esa calificación.
Para Zamboni, existen pruebas para incluir bajo la coautoría del “homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” a Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz, Matías Benicelli, Lucas Pertossi, Enzo Comelli y Blas Cinalli.
Los únicos que seguirán acusados como “partícipes necesarios” serán Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, quienes recuperaron la libertad el pasado lunes 10 de febrero por “falta de méritos”, y está previsto que sean indagados el jueves próximo.
Además, los diez amigos serán imputados en el mismo grado por el delito de”lesiones leves”, por los golpes sufridos por cinco amigos de Fernando, que intentaron ayudarlo durante el ataque frente al boliche Le Brique de Villa Gesell.
En tanto, el abogado Fernando Burlando, quien representa a la familia de Fernando Báez Sosa, insistió este martes con que debe investigarse la existencia de un nuevo sospechoso, el número 11, que aparece fotografiado con algunos de los rugbiers acusados, y consideró que hay “funcionarios que deberían trabajar en la investigación” aunque “no lo hacen como corresponde”.
El pedido del querellante se conoció mientras tomaba estado público una fotografía incorporada al expediente, en la que se ve a un joven que no está aún identificado en la causa, junto a Thomsen, Luciano y LucasPertossi, Viollaz, Cinalli y Guarino.
Esa imagen, en la que se observa un joven con buzo azul, de pie y con el pulgar de su mano derecha hacia arriba junto al grupo, habría sido tomada en la casa que alquilaban en Gesell, a las 5.11 del 18 de enero, media hora después del crimen de Fernando.
Según esos voceros, en esa foto Cinalli y Thomsen ya se habían cambiado la ropa y llevaban puestas las remeras con las que fueron filmados en el local de comidas rápidas al que fueron tras el crimen, y para ese momento ya habían enviado al grupo de WhatsApp el audio que dice “caducó”, en alusión a la muerte de Fernando.
La indagatoria a los rugbiers será luego de que ayer una marcha multitud se presentó frente al Congreso para reclamar justicia a un mes del asesinato de Fernando.
Entre los presentes se destacaron la novia, Julieta Rossi, los amigos y los papás de la víctima: Silvino y Graciela. La mamá le habló a la plaza colmada.
“Mi vida no es fácil y con su ayuda se va a hacer justicia”, dijo la mujer, visiblemente angustiada y agregó: “Lo que le hicieron nos arruinó la vida”.
“Le arruinaron la vida a esta chica”, siguió en referencia a Julieta y le dijo a la multitud: “Al verlos a todos ustedes siento energía para seguir luchando, quiero justicia”.
Fuente: Minuto Uno