Mientras la variante Ómicron sigue avanzando, ahora el país galo registró una nueva cepa del virus que mantiene en vilo al mundo desde 2019.
La recurrente aparición de nuevas variantes del coronavirus Covid-19 se convirtió en un gran problema virológico, epidemiológico y clínico por el riesgo de que una nueva cepa logre vulnerar la inmunidad inducida por las vacunas.
Mientras la variante Ómicron sigue avanzando y ya se convirtió en la cepa predominante en varios países, en especial en Europa, por su mayor capacidad de transmisión, un grupo de investigadores de la Universidad de Aix-Marsella analizan la aparición de una nueva variante, denominada IHU, con 46 mutaciones y 37 deleciones (un tipo de mutación genética en la que se pierde material genético).
El hallazgo se dio a partir de los análisis realizados a 12 pacientes con diagnóstico de Covid-19 positivo que viven en Marsella, en el sureste de Francia.
Los estudios detectaron mutaciones que mostraron una combinación atípica y los investigadores rastrearon al paciente cero de esta nueva cepa, un hombre que había regresado de un viaje en Camerún.
Lo que por el momento no se sabe es cómo va a comportarse IHU y los investigadores aseguran que todavía es muy pronto para saber si es más transmisible o letal, según explica el diario francés Le Figaro.
Las variantes, cuando son detectadas, se pueden clasificar dentro de tres grupos: variante preocupante (como Ómicron o Delta), variante de interés (como Lambda o Mu), o variante bajo vigilancia (como la variante Bretona). Por el momento, no se sabe en qué grupo acabará esta nueva cepa.