El proceso por la muerte del Diez suma otro capítulo de complicaciones. Apenas sorteado, el magistrado del TOC N°7 de San Isidro pidió licencia de seis meses, obligando a un nuevo sorteo para conformar el tribunal.

El nuevo juicio por la muerte de Diego Maradona ni siquiera ha comenzado y ya acumula problemas. Este viernes, el juez Alejandro Lago, del Tribunal Oral Criminal N°7 de San Isidro, quien había sido sorteado apenas unas semanas atrás, tomó una drástica decisión: “decidió apartarse” del proceso judicial, alegando cuestiones de salud.

El magistrado solicitó una licencia de seis meses, argumentando la necesidad de un tratamiento prolongado. La excusación ya fue aceptada por las autoridades judiciales.

La resolución que avaló el apartamiento de Lago consigna: “Del certificado médico acompañado surge debidamente acreditado el impedimento de salud invocado que por requerir tratamiento prolongado -que demandará una licencia de 6 meses- compromete el ejercicio pleno y sostenido de sus funciones jurisdiccionales para atender la intensidad y la carga emocional que el presente juicio conlleva, dada su complejidad y la extensión de las audiencias”.

Lago había sido sorteado junto a Roberto Gaig y Alberto Ortolani —del Tribunal Oral N°7 y N°1 de San Isidro, respectivamente— hace tan solo dos semanas, precisamente el 19 de junio.

Los inconvenientes en la conformación del tribunal ya se habían manifestado desde el sorteo original. Inicialmente, el Tribunal Oral N°7 estaba compuesto por Lago, Gaig y María Coelho. Sin embargo, la jueza Coelho no figuró en la nómina de magistrados disponibles porque será la encargada de coordinar el jurado popular que decidirá la responsabilidad o no de la enfermera Dahiana Gisela Madrid en la muerte de Maradona.

Por estos motivos, “en lugar de Coelho se incluyó al juez Ortolani, del Tribunal Oral N°1 de San Isidro”. Con el sorteo finalizado, los tres magistrados parecían estar firmemente designados para integrar el tribunal que llevaría a cabo el nuevo juicio por la muerte del Diez, luego de que el primer proceso se anulara por el escándalo que involucró a la jueza Julieta Makintach.

Ahora, con la excusación de Lago, “se deberá sortear un nuevo juez” para completar el número de magistrados que precisa el tribunal para poder sesionar.

La designación de los jueces se había definido a través de un sorteo con bolillero manual que tuvo lugar en una audiencia en la que estuvieron presentes los fiscales, los abogados defensores de los siete acusados y los representantes legales de los particulares damnificados.

Luego de este nuevo sorteo del órgano de juicio, se deberá confirmar si los jueces designados no intervinieron en alguna presentación vinculada al juicio que se llevó adelante hasta el pasado mayo. Tras esa instancia, si no se presenta ninguna nulidad ni apelación, recién entonces las partes y los nuevos jueces deberían reunirse en una audiencia preliminar.

Al tratarse de un juicio completamente nuevo, deberán definirse nuevamente las pruebas, así como también la lista de testigos. Solo cuando todas las partes estén de acuerdo con estos puntos, se podrá finalmente fijar una fecha para comenzar el nuevo debate oral.