El Rojo logró una agónica clasificación en la Copa Sudamericana ante Fortaleza y el entrenador apeló a un “amuleto” que resultó infalible.

Con angustia, Independiente avanzó en la Copa Sudamericana por el gol agónico de Fabricio Bustos en tiempo de descuento, pese a perder por 2 a 1 ante Fortaleza en Brasil, en el partido revancha de la ida que había ganado el Rojo 1 a 0, triunfo que lo terminó depositando en la próxima ronda.

Lo cierto es que, más allá de lo futbolístico en sí, llamó la atención una llamativa cábala del entrenador del equipo de Avellaneda, Lucas Pusineri, quien se jugaba mucho en la ciudad del Norte de Brasil, teniendo en cuenta el complicado momento que atravesaba su equipo antes de este duelo.

Créase o no, cuando todo parecía sentenciado para el Rojo, el ex volante agarró de su bolsillo una foto de abuela, la besó y se encomendó a ella. A partir de ahí, el encuentro cambió y, con el tiempo cumplido, su equipo consiguió lo que parecía imposible: el gol agónico para meterse en la siguiente etapa.

La imagen lo acompaña desde que se inició como entrenador en Colombia y Pusineri apeló a ella para terminar sellando una clasificación que seguramente apaciguará en parte toda la presión y las críticas que vino recibiendo el plantel y la directiva roja en las últimas semanas por su irregular campaña.

Fuente: Minuto Uno

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